Cuánto dura un coche: detecta el mejor momento para cambiar tu coche

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La pregunta de cuánto dura un coche nos la hacemos muy a menudo, sobre todo si nuestro coche ya es viejo y empieza a dar problemas o cuando nos compramos uno nuevo.

Para saber cuántos km dura un coche hay que tener varios aspectos en cuenta. Lo principal es el combustible y luego hay que ver qué mantenimiento ha llevado ese vehículo, pero se pueden dar unas cifras orientativas que veremos ahora.

Cuánto tiempo suele durar un coche

No se puede decir hasta cuántos kilómetros dura un coche, ya que la vida útil de un motor diésel en km es mayor que la de un motor de gasolina y cada motor es un mundo.

De este modo, y por poner una cifra orientativa, los coches de gasolina pueden durar algo más de 250 000 km, mientras que un diésel moderno debería llegar a los 350 000 sin demasiados problemas.

Si pasamos ese kilometraje a años, y teniendo en cuenta la media de km que hace una persona promedio, el coche con motor de gasolina nos duraría alrededor de 10 años, mientras que el vehículo de gasoil duraría unos 14, aunque suelen ser menos, puesto que aquellos que compran un vehículo diésel suelen hacer más km al año.

Siempre hay excepciones, tanto en los km como en años. Dada la vida útil de un motor diésel en km, no son raros los casos de vehículos con más de medio millón de km circulando a diario, pero no es lo normal.

¿Qué es lo que nos indica que debemos cambiar de coche?

Ya sabemos cuánto dura un coche, pero lo que nos dice que necesitamos cambiar nuestro vehículo no son los km sino la sucesión de averías que comienzan cuando está llegando al final de su vida útil.

Todos los coches se estropean a lo largo de su vida, pero cuando las averías empiezan a ser frecuentes y los km en el marcador ya se acercan a lo que hemos dicho antes, o incluso los sobrepasan es momento de comenzar a mirar coches, ya sean nuevos o de segunda mano.

Las averías que nos dicen que tenemos que comprar otro coche pueden ser de dos tipos: una grave y costosa o una sucesión de averías leves que al final suman una cantidad de dinero importante.

En muchas ocasiones no es el motor lo que nos falla, sino el resto de los elementos mecánicos, algo que pasa sobre todo en los coches diésel debido a la gran cantidad de electrónica que llevan.

Comienza a romperse un sensor, luego algo relacionado con el turbo, luego una parte que se encarga del sistema anticontaminación y las averías no paran de sumar y sumar euros. El motor sigue funcionando como el primer día, pero el coste de las averías ya es inasumible.

Además, hay que tener en cuenta que muchas de esas reparaciones ya superan el valor del coche cuando este tiene muchos km, de manera que ese dinero nunca lo recuperaremos si lo queremos vender.

Ya sabemos cuánto dura un coche, por lo que si el nuestro está cerca de esa cifra de km ha llegado el momento de cambiarlo, en especial si las averías comienzan a ser cada vez más frecuentes o sale una que es muy costosa.